lunes, 16 de enero de 2017

Himno Nacional Mexicano


En 1821 José Torrescano creó la primera composición del Himno Nacional Mexicano, una vez consumada la Independencia, en honor a Agustín de Iturbide. Sin embargo, no fue bien aceptado por el público.
Después José María Garmendia, Francisco Manuel Sánchez de Tagle, Mariano Elízaga y José María Garmendia, entre otros lo intentaron sin ningún éxito.
En 1839 la Academia de San Juan de Letrán lanzó una convocatoria para crear la letra de un Himno Nacional de México, se registraron 30 participantes y en la final quedaron dos propuestas la del estadounidense Andrew Davis Bradburn y la del poeta mexicano Félix María Escalante, musicalizada por el austriaco Henry Herz, aunque tampoco fueron del gusto del pueblo.
Otro intento fallido fue en 1850 con el Himno propuesto por el poeta de origen cubano, Juan Miguel Lozada y del compositor europeo Charles Bochsa. Otros tres compositores los italianos Ignacio Pellegrini y Antonio Barilli, y el húngaro Max Maretzenke también hicieron composiciones que no gustaron.
Así que en 1853 Antonio López de Santa Anna convocó el 12 de noviembre de 1853, a través de Miguel Lerdo de Tejada, a un nuevo concurso literario-musical.
En 1854 la letra triunfante del concurso fue la del potosino Francisco González Bocanegra. No obstante la música elegida fue la de Giovanni Bottesini que posteriormente se descartó por falta de aceptación. Después de su rechazo se hizo otro certamen en el que ganó Jaime Nuno y su música titulada "Dios y Libertad". El 15 de septiembre de 1854 en el teatro Santa Anna se interpretó por primera vez el Himno Nacional de México y estuvo a cargo de una compañía italiana de ópera dirigida por el maestro Giovanni Bottesini.
En 1943 el Himno Nacional Mexicano completo fue publicado en la ley y su modificación fue ordenada por el presidente Manuel Ávila Camacho.

                                                 


Francisco González Bocanegra
(1824-1861)

Nació el 8 de enero de 1824, en la ciudad de San Luis Potosí, siendo hijo de don José María González Yáñez y de doña Francisca Bocanegra y Villalpando.
En 1836 la familia regresó a México después de ser expulsados por la ley de expulsión de los españoles radicados en México.Ya en San Luis Potosí el joven Francisco se dedicó al comercio. Tiempo después pasó a la Ciudad de México donde conoció a Guadalupe González del Pino y Villalpando hija de Mariana Villalpando, tía de Francisco, y se enamoró de ella, su prima.
Gonzále Bocanegra encontró en México el medio que le hacía falta; se le sedujo desde un principio el trato con las bellas letras y sus cultivadores.Concurría a los más nombrados centros de reunión literaria.Así´empezó a escribir versos inspirados, que pocas veces publicó.
Desempeñó diferentes cargos, entre los ellos: el de administrador general de caminos, censor de teatros y director del Diario Oficial, en la época del presidente Miramón.
El 12 de noviembre de 1853 el gobierno del general López de Santa Anna lanzó una convocatoria, para que se presentaran composiciones poéticas entre las que habría de seleccionarse la que formará el Himno Nacional Mexicano, y a la cual arreglara música algún destacado maestro. Se ofrecía al triunfador un premio, que no se determinó cuál sería, además del honor nacional.
Pasaron días de la convocatoria, y González Bocanegra no se animaba a escribir una composición para el concurso, hasta que su novia Guadalupe se propuso hacerlo concursar, entonces lo encerró en una habitación de la casa y no lo dejo salir hasta haber compuesto la letra de un Himno Nacional.
Cuando González Bocanegra al fin terminó su composición Guadalupe lo leyó en voz alta a las personas que habitaban la casa, todos aplaudieron la obra de Francisco y fue como Guadalupe se comprometió con él.
Los jurados escogieron la composición de Bocanegra dentro de las otras 24 composiciones y aunque ningún premió se le otorgó al autor, si quedo su himno eternamente.
González Bocanegra se casó con su rima y tuvo cuatro hijas, pero después de un tiempo fue perseguido por los enemigos de la compañía a la que servía así que en 1861 tuvo que refugiarse con un amigo alejándose de su familia. Murió en la Ciudad de México, el 11 de abril de 1861, a los 37 años de edad, por tifus. 


Jaime Nunó Roca

Fue un destacado músico español. Nació en San Juan de las Abadesas, pueblo de la Provincia de Gerona en Cataluña, el 8 de septiembre de 1824.
Fue corista de la Catedral de Barcelona y por sus facultades mereció ser enviado a Italia para estudiar composición. Finalizados sus estudios regresó a Barcelona y en 1851 fue nombrado Director del Regimiento de la Reina, que el mismo año fue enviado a la Isla de Cuba; en este sitio conoció al General Antonio López de Santa Anna, quien lo invito que viniera a México como director de todas las bandas y músicas militares. Nunó acepto, y ya en México, se enteró de la convocatoria para dar al País un Himno Nacional y se decidió a tomar parte en el concurso, logrando el triunfo con su composición musical, que llevaba por nombre "Dios y Libertad".
Jaime Nunó falleció en la ciudad de Nueva York el 18 de julio de 1908 y sus restos fueron trasladados posteriormente a México, para ser sepultados al lado de los Hombres Ilustres de este país.






Giovanni Bottesini
Nacido en Crema, Lombardía, sus primeras nociones de música fueron a muy temprana edad, a cargo de su padre, clarinetista y compositor consumado. Antes de los once años ya había estado tocando los timbales en el Teatro Sociale de Crema.
Estudió violín con Carlo Cogliati. Su padre buscó una plaza para él en el Conservatorio de Milán, pero solo había dos vacantes: fargot y contrabajo, pero debido al bajo nivel económico de la familia no se podían permitir pagar la matrícula y sólo podría estudiar si conseguía una beca. En cuestión de semanas preparó una excelente audición para la beca de contrabajo donde tuvo un gran éxito. Durante su tiempo de formación en el conservatorio de Milán estudió bajo la supervisión de Luigi Rossi. Solo cuatro años después, en un tiempo relativamente corto para la época, obtuvo un premio de trescientos francos. Con este dinero financió la adquisición de un contrabajo de Carlo Antonio Testore en 1838, y se embarcó en una carrera por todo el mundo como «el Paganini del contrabajo».
Aparte de sus triunfos como intérprete, Bottesini fue director de reputación europea, y ganó algunos éxitos como compositor, aunque su trabajo no tenía suficiente individualidad para sobrevivir los cambios en el gusto de la época. El 15 de septiembre de 1854 dirigió el estreno del Himno Nacional Mexicano, en el Teatro Santa Anna de la Ciudad de México, interpretado por la soprano Claudina Fiorentini y el tenor Lorenzo Salvi.
El 7 de julio de 1889, murió en Parma, a los 67 años, siendo considerado uno de los mayores virtuosos del contrabajo de la historia.






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